Las autoridades informaron que el operativo rescate en la alta montaña mendocina concluyó con la llegada de los últimos pasajeros y vehículos particulares a Uspallata. Y mientras el Gobierno de Chile decidió iniciar una investigación administrativa para determinar responsabilidades, del lado argentino resuenan las interrogantes por la situación que vivieron los varados durante varias horas inmovilizados por el temporal y con temperaturas bajo cero.
La secuencia de desaciertos comienza con la decisión de las autoridades del lado chileno, que habían estimado que tenían una ventana de buen tiempo para permitir cruzar a los colectivos y camiones en la zona de Guardia Vieja. Esa localidad, previa a los Caracoles, es donde suelen reposar en caso de mal tiempo antes de iniciar el ascenso. El cálculo es que estimaban que esta ventana iba a permitirles el tránsito por el paso internacional entre las 9 y las 12, cuatro horas con las que especularon que descomprimirían el paso. Ya sabían que se vendría una tormenta fuerte.
Del lado argentino, en tanto, aseguran que no hubo errores. Al menos en principio. Vialidad Nacional había habilitado la traza y la Gendarmería dispuso la transitabilidad. Se sabía con precisión hasta qué no habría más tránsito a partir de las 12 por túnel Cristo Redentor.
Sin embargo, un imprevisto complicó todo. Dos camiones tuvieron un «roce» a la altura de la curva denominada Soberanía Nacional y ese accidente terminó provocando que la ruta internacional quedara bloqueada.
Y así, cientos de personas quedaron atascadas entre el túnel, que ya había cerrado por el mal tiempo, y la curva de la Soberanía debido al accidente. A partir de allí fueron varias horas donde los gendarmes iban revisando, a veces a pie, para determinar sobre todo cómo estaban los tripulantes y qué necesitaban los vehículos particulares.
La temperatura iba descendiendo paulatinamente hasta llegar a los 10 bajo cero.
Hubo otras dos cuestiones que complicaron a su vez la situación, por un lado, el sistema integrado de aduanas entre ambos países no está funcionando en la actualidad después de la pandemia. De haber funcionado, en todo caso, podría haberse hecho una excepción y que estos trámites se realicen más abajo para, primero, evacuar a los varados, que era lo urgente. Se trataba de una situación excepcional.
La otra es un un detalle muy importante. Muchos vehículos particulares subieron a la alta montaña sin contar con las cadenas, un elemento indispensable para esta época invernal. Esto propició que muchos quedaran a su vez atrapados en la nieve y que patinaran sobre el hielo, un grave riesgo.
Fuente : Diario El Sol