Con sugestivos cambios de votos sobre la hora, la ayuda de gobernadores dialoguistas y ausencias clave de algunos legisladores, el Gobierno consiguió este miércoles en la Cámara de Diputados blindar el veto de Javier Milei a la ley de Financiamiento Universitario. La norma -que necesitaba dos tercios para ser ratificada- obtuvo 160 votos a favor, 84 en contra y hubo 5 abstenciones.
El artículo 83 de la Constitución nacional establece que, después del veto el proyecto regresa a la primera cámara donde comenzó su debate en el recinto. Si se aprueba con dos tercios de los votos, pasa a la cámara de revisión (si se introdujo en la Cámara de Diputados, la cámara de revisión es el Senado y viceversa).
En estos casos las votaciones son “nominales”, por sí o por no. Entonces, si en las 2 cámaras la mayoría vota si, el proyecto pasa al Poder Ejecutivo para ser promulgado. En cambio, si las cámaras difieren, el proyecto no podrá volver a debatirse en las sesiones de ese año.