Los delivery tienen grupos de WhatsApp donde se dan alertas permanentes, Nicolás uno de sus integrantes, todavía lleva en el cuerpo las marcas del ataque que sufrió y, a pesar de sus heridas, Nico pudo contar lo que le pasó y avisar a los demás.
Motochorros armados le habían robaron la moto mientras entregaba un pedido en Quilmes y lo dejaron tirado en la calle, pero Nico pudo llamar a sus compañeros los que en pocos minutos se organizaron y fueron en 20 motos a Villa Itatí, y la recuperaron.
La moto tenía rastreador, y eso fue clave para recuperarla. Los delivery sabían exactamente dónde estaba la moto, en el corazón de la villa Itatí. Adentro del barrio, se jugaron la vida porque estaban solos y la policía no entraba.
La discusión fue fuerte, pero los delivery estaban decididos a no irse sin la moto, en un momento la esposa de uno de los ladrones le mandó un WhatsApp a Nico diciéndole exactamente dónde habían abandonado la moto en uno de los pasillos del barrio.
Cuando los delivery salían de la villa, llevándose la moto, la policía estaba entrando, pero ya los delivery habían conseguido su objetivo.