Un menor de tres años se encontraba en el filo de la ventana y a punto de caer al vacío, en un inmueble situado en el barrio de Tranviarios de la capital cordobesa.

La situación fue advertida por un vecino, que, gracias a su irrupción a tiempo, el desenlace del hecho llegó a buen puerto.

El menor se encontraba y a cargo de su progenitor, que también estaba en la vivienda, pero aseguran que se había quedado dormido al momento en el que tuvo lugar la alarmante situación.

Cuando los vecinos se dieron cuenta de lo que pasaba, un grupo de personas comenzó a intentar subir al techo del edificio lindero, ubicado en la esquina de Duarte Quirós y Juan Bautista Gaona, para acercarse lo más posible al chico, que se paraba, se sentaba o se arrodillaba, de espaldas, en el borde la ventana que no tenía rejas, ni ningún tipo de contención.

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