La filtración de un video obtenido por un jóven llamado Bruno, dónde se muestra al sacerdote católico Luciano Braga Simplício (39) y su monaguilla Isabelly (21) en una situación comprometida dentro de la casa parroquial ubicada en Nova Maringá, una localidad de cinco mil habitantes del interior de Mato Grosso, ha puesto en jaque a la Iglesia Católica de Brasil.
Las imágenes muestran el momento en que el padre y amigos del exnovio irrumpieron en la casa del sacerdote, allí se escucha a un hombre gritar: «¡Abrí la puerta o la tiramos abajo!». Tras forzar la entrada al baño, encuentran a Isabelly, en baby doll, escondida bajo la pileta y al padre Luciano intentando explicar la situación. El escándalo no tardó en explotar y la historia cruzó fronteras.
En un intento por lavar su imágen, el cura envió audios a algunos fieles, en ellos el sacerdote negó cualquier relación íntima con la joven y aseguró que ella solo fue a la casa para cambiarse y bañarse después de una actividad de la iglesia. «Isabela preguntó si podía ir a la casa parroquial a cambiarse de ropa, porque llegó por la mañana y quería cambiarse. Así que le dije que sí», explicóLuciano Braga Simplício, según el sitio ND Mais.
Después del escándalo, la Diócesis de Diamantinodecidió apartarlo de sus funciones y anunció la apertura de una investigación interna sobre su conducta.
«Todas las medidas canónicas previstas están siendo tomadas», comunicaron desde la Iglesia, que pidió «oración y comprensión» a los fieles. Para la tranquilidad de los fieles, en su lugar, el sacerdote Pedro Hagassis (76) asumió las misas en la parroquia.