En esta época del año y, a partir de los altos costos de algunos artículos de consumo masivo en las estanterías, son numerosas las familias que elaboran conservas para consumir a lo largo del año, o quizás para vender.
Por cierto, son muchos los recaudos a tomar, por ejemplo, las conservas de berenjenas se deben hacer en el frasco y guardarlas, queda sin oxígeno el producto alimenticio y muy posiblemente desarrollo de botulismo, que es la bacteria letal. En este caso, lo ideal es prepararlas en un tupper, guardarlas en heladera y consumirlas a lo largo de la semana, es decir, haciendo períodos cortos de elaboración.
La recomendación sería hacer conservas de durazno, mermeladas y tomate, teniendo la precaución de hacer el agregado de ácido cítrico o de vinagre, con esas producciones no habría mayores riesgos.