El viernes 13 de junio de 1930, hace exactamente 95 años, Henri Guillaumet quien era una leyenda de la aviación mundial, partió en en vuelo comandando su avión Potez 25 desde el aeropuerto de Santiago de Chile con destino al aeropuerto de Mendoza. Lo hizo pasando por alto la alerta del servicio meteorológico referida a un fuerte temporal en la Cordillera de los Andes.

En la mitad del vuelo, y cuando Guillaumet ya se encontraba sobrevolando la Cordillera de los Andes, una tormenta sorprendió al experimentado aviador en las alturas. Intentando controlar la situación, desvió su ruta de vuelo hacia el sur, mentalizado en lograr cruzar el cordón montañoso, aunque las condiciones extremadamente adversas lo obligaron a improvisar un aterrizaje forzoso en la zona de la Laguna del Diamante (San Carlos).

Ante la ausencia de noticias o rastros de Guillaumet, ni en Mendoza y mucho menos en Francia,al aviador europeo se lo declaró formalmente “desaparecido”. Desde la compañía aérea francesa pusieron en marcha un operativo de búsqueda para dar con Guillaumet. Enviaron a otros pilotos con sus aviones, y entre ellos estuvo Saint-Exupéry, quien tiempo después plasmó en sus palabras escritas que había quedado “fascinado” con la cordillera mendocina.

En la mañana del jueves 19 de junio de 1930, un joven puestero de la zona llamado Juan Gualberto García se topó con el cuerpo desvanecido del aviador en las inmediaciones del arroyo Yaucha, ayudado por su madre (María) pusieron a Henri Guillaumet al resguardo en su puesto Cerro Negro, en San Carlos y en las cercanías del paraje montañés.

Comunicaron la novedad a francia y fue el propio Saint-Exupéry quién vino a buscarlo para llevarlo en su avión L-28 hasta Buenos Aires.

Toda esa maravillosa historia se podrá revivir en la recorrida por la muestra que abrió sus puertas en el día de ayer en el Museo Del Fuerte San Carlos y mantendrá sus puertas abiertas hasta el próximo 4 de julio.

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