La Ingeniera Belén Bobadilla, Secretaria de la Cámara de Comercio Industria Agricultura y Turismo de Tunuyán, nos deja su opinión sobre cómo mejorar la producción en la Provincia. Agradecemos profundamente su colaboración.
Zonificación productiva: una herramienta para ordenar Mendoza y lograr la mayor productividad posible.
Por definición la zonificación es un estudio que permite la división de un territorio en “zonas” en base a diferentes criterios. El proceso de zonificar productivamente a Mendoza consiste en identificar unidades geográficas relativamente homogéneas según las características del suelo, clima, recurso hídrico y desarrollo socioeconómico del territorio. Esto permite determinar la aptitud productiva de los cultivos que se priorizan en las diferentes regiones de la provincia y delimitar aquellas que permitan potenciar o limitar sus producciones.
La zonificación es una herramienta valiosa para el desarrollo económico regional ya que facilita el proceso de planificación y coordinación de actividades del sector productivo, y optimiza el aprovechamiento de los recursos naturales, humanos, y financieros disponibles en cada región.
Para el caso del Valle de Uco, nuestra región creció y se desarrolló a mediados del siglo pasado impulsado por la producción de manzanas y peras. El presente nos muestra que estas actividades son las que más decrecieron en los últimos años y fueron sustituidas por otras alternativas como durazneros, vid, nogales y ajo. Este proceso de reconversión fue impulsada en soledad por actores del sector privado sin tener datos sobre las limitaciones y potencialidades en relación con los factores climáticos y socioeconómicos de la región. “Se caracterizó por cultivar primero y luego ver que se hacía con las producciones”.
Así fue como se implantaron cultivos en zonas sin la adecuada disponibilidad hídrica o de infraestructura eléctrica y de caminos. En otros lugares las heladas resultaron ser la mayor limitante para el desarrollo de determinadas especies. Si estos productores hubiesen tenido la información y el estimulo adecuado tal vez podrían haber optado por otras alternativas y hoy no estarían en un gran conflicto de rentabilidad. Si ampliamos la mirada este tipo de problemáticas se replican con facilidad en Mendoza y en otras provincias.
Hoy el Valle de Uco comienza a auto determinarse como “zona productiva” y es indispensable orientar los esfuerzos en generar información sobre las potencialidades y limitaciones que tiene la región para satisfacer las necesidades según las tendencias que el “mercado” consume. Es el primer paso para luego debatir sobre las inversiones por parte del sector público-privado para responder al desarrollo económico con proyección hacia el futuro.
Es imprescindible que el Estado promueva este proceso de zonificación que permita a los mendocinos, contar con la información necesaria para ordenarnos y poder planificar. Es el estado quien tiene la enorme oportunidad de implementarla en la provincia para establecer políticas públicas que estimulen cada oasis productivo a desarrollarse íntegramente en su matriz productiva. Es el estado quien debe liderar el proceso por medio del cual se estimule el uso eficiente de los recursos humanos, naturales y financieros con el único objetivo de lograr un mayor bienestar social.
En el caso del Valle de Uco, autodefinido como “zona agro exportadora con perfil agroecológico, y con extremo cuidado del agua” la zonificación debe determinar y planificar las inversiones necesarias para lograr rentabilidad en nuestros productores.
El proceso de zonificación requerirá de las obras hídricas necesarias para mejorar la eficiencia en las zonas delimitadas como agro-productivas. El convertirse en zona agroexportadora requiere también la implementación de aduanas, sistemas de control de calidad y trabajar fuertemente en genética de los cultivos.
Es por ello, que creemos que es una herramienta fundamental para el crecimiento real de la región. Convertirse en un Valle exportador, deberá dejar de ser un sueño y pasar a ser un proyecto para quienes viven y trabajan en el.
Por Ing. Belén Bobadilla
Propietaria de Vivero Bobafrut