Desde hace más de 30 años, el programa «Cambio Rural» es una herramienta de las agencias de INTA en todo el país, está destinado a realizar una asistencia directa a los pequeños productores con profesionales del área que son rentados por la entidad, con lo que se han constituido en una pieza fundamental para el desarrollo de los sectores primarios de la cadena de producción.
El programa de Cambio Rural ha sido una de las políticas más antiguas y estables de la Secretaría de Agricultura, se puso en marcha en 1994 en circunstancias muy parecidas a las actuales, no había retenciones, pero la convertibilidad implicaba un fuerte atraso del tipo de cambio, y muchos pequeños y medianos productores iban a desaparecer si el Estado no les brindaba herramientas para seguir en carrera. La sangría de chacareros no puedo evitarse, pero hubo muchos que dentro de grupos de Cambio Rural lograron reconvertirse o afianzarse en su actividad.
El programa forma grupos en todo el país, de diez productores con una actividad común, que asesorados por distintos profesionales, mejoran su eficiencia productiva. El costo fiscal siempre fue mínimo, pues el Estado solo se hacía cargo del salario del asesor de cada grupo.
En algún momento hubo más de 1.200 grupos en todo el territorio, para luego bajar drásticamente a poco más de 400 durante la gestión de Mauricio Macri. Eran los que permanecían activos hasta ahora, aunque a partir de octubre desaparecerán 50 grupos por despido de los profesionales, entre ellos varios que asesoran a productores del Valle de Uco.
Sin lugar a dudas, un fuerte golpe a la producción primaria que sostiene y es la base de las castigadas economías regionales.