Zaira es una nena de 12 años cuya madre murió tras sufrir un cáncer de útero y quedó huérfana junto a su hermanito. Desde hace varios meses está postrada en la cama, quedó ciega y los chanchos le comieron algunos dedos.
Quedó a cargo de sus abuelos, quienes viven en una choza, en situación de abandono y extrema pobreza. No tienen beneficio alguno del estado ya que no cobran pensiones y sobreviven apenas con la venta de artesanías.
«Era una niña llena de vida, iba a la escuela, jugaba, como cualquier niño de su edad. Al parecer entró en depresión, por la falta de su mamá y dejó de comer. Está con un cuadro de desnutrición muy grave, perdió totalmente la vista y ya ni habla. Es muy triste. Y es inevitable mirar a otro lado. No entiendo por qué pasan estás cosas. El sistema está mal, esta niña en su momento si hubiese recibido apoyo psicológico, quizás podría haberse evitado está situación», reclamó Diana, una vecina, en un post en redes sociales que se hizo viral.
La Municipalidad de Embarcación (Salta) envió un trozo de plástico negro para que pudieran tapar las aberturas de la vivienda y, la atención médica, se limita a que cada 15 días aparece personal de Salud que se encarga de cambiar la sonda por la que Zaira se alimenta.
Fuente: América 24