En un país amante de tomar mate, cómo es Argentina, tener un buen termo siempre ha sido casi una necesidad y, desde hace algún tiempo la idea de tener un «Termo Stanley» se suma a aquellos pequeños gustos que la gente se quiere dar; aunque si se considera el valor de uno original, el término pequeño; desaparece.
El precio en Miami -mucho más barato que en Argentina- lo convirtió en un producto de distinción, aunque las falsificaciones, más baratas de estos termos inundan diversos comercios desde hace tiempo, más allá que es probable que su valor en nuestro país baje con las medidas para favorecer la importación.
Un termo Stanley original se encuentra entre $130.000 y $150.000, mientras que uno trucho se consigue aproximadamente entre los $50.000 o $60.000; es por ello que se debe prestar atención a los siguientes detalles:
- En el termo trucho los datos están grabados con láser. Mientras que el termo verdadero tiene una impresión original.
- Los termos truchos tienen instrucciones en chino. En cambio, los originales tienen manual de uso en varios idiomas.
- El tono de color de los termos truchos es considerado muy fuerte o “chillón”.
- El peso de los termos falsos es menor y tienen una capa de acero muy fina. Al contrario, los verdaderos poseen doble capa de acero, lo que mantiene la temperatura.
- Los truchos no tienen soldadura dentro del termo, a diferencia de los originales que sí la tienen.