Si bien cada vez es más complicado pagar en cuotas, ya que algunos comercios no aceptan financiar lo pagos, mientras que otros aplican recargos que pueden superar el 100% anual, aún existen casos en los que es conveniente esta modalidad. Entonces ¿Cómo saber si es conveniente el pago único por un producto o aprovechar la alternativa del pago en cuotas?
Un detalle no menor es que las cuotas permiten diferir los gastos. Gracias a estas, se puede adquirir productos que, probablemente, no se pueda pagar en un solo pago. Además, esta opción permite pagar menos. En contextos de elevada inflación, sumado a altas tasas de interés, es posible gastar menos dinero gracias al pago en cuotas.
Otra ventaja está dada porque permite un mayor consumo inmediato. El acceder a financiamiento te permite tener un mayor consumo inmediato. Por ejemplo, un asalariado que cobra $400.000 y necesitaba un artículo de $240.000, si bien este representaba un 60% del sueldo, podría permitírselo.
Los límites de las tarjetas de crédito que no se ajustan a la realidad económica del país, la alta inflación y el bajo poder adquisitivo, exacerbaron la necesidad de los planes de pago en cuotas, aunque es imprescindible determinar hasta qué punto un producto resulta más barato o más caro que hacerlo en un solo pago, siempre con la variable inflacionaria que es tan difícil de dilucidar.
Es interesante recordar que que en tiempos de alta inflación, los comerciantes de todos los sectores suelen aplicar descuentos por pago al contado, con distintas modalidades si el pago se hace con tarjeta de crédito, de débito, transferencias o en efectivo. Esos descuentos también deben considerarse a la hora de establecer cuál es la forma de pago más atractiva.