No hace falta ser un experto en economía para corroborar esta teoría, alcanza con preguntarle al carnicero del barrio cómo le ha ido en estas fiestas dónde, tradicionalmente, el asado era un menú clásico…. hasta que pasó lo que todos sabemos y, en la necesidad de cuidar el bolsillo, el consumo de carne fue relegado por otras especies de menor costo, como el pollo.

Además, desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), reconocen que el consumo de carne “va a bajar bastante” en 2024 e incluso podría estar por debajo de los 40 kilos anuales por persona, a causa de la caída del poder adquisitivo y la menor producción.

Dardo Chiesa, quien es el coordinador de la Mesa de Ganados y Carnes y ex presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), aseguró que el mercado interno “no tiene capacidad de absorber ninguna suba de precios”.

“El mercado reacciona llevando la carne a valores normales en el mercado y, sin embargo, luego los tiene que retrotraer porque cuando llega al mostrador con esos precios Doña Rosa no los puede convalidar”, explicó.

En ese sentido, indicó que, mientras antes “la carne se comportaba de manera totalmente inelástica” y “las grandes subas no alteraban el consumo”, hoy si lo hacen.

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