La situación en el departamento de San Carlos, políticamente hablando, se ha tornado un tanto difícil en los últimos días, porque nuevamente el Concejo Deliberante es epicentro de todas las miradas. Como en otras ocasiones, pero en esta oportunidad no es por un pedido de informes al ejecutivo por irregularidades, discusión por los contratos en el departamento, toma para vos, dame a mi o si las designaciones son las correctas en el ejecutivo, recontratando a personas ya con la jubilación en la mano para que sigan en sus cargos o si un auto del municipio está al servicio de un empleado que lo toma como propiedad a su antojo.
Esta vez, los rumores desataron una batahola, un ataque de nervios cuando un concejal oficialista tomo un avión en el aeropuerto mendocino con rumbo a lo desconocido y, supuestamente, dejó su renuncia al cargo para ser presentada a la presidencia del Concejo.
Martin “Pájaro” Ferreira es el señalado, al concejal no se sabe dónde ubicarlo como persona física en estos momentos y de la misma forma uno podría decir políticamente hablando. Ferreira siempre fue hombre de confianza del viejo e intrépido político Tuchi Abrahan, primer socio peronista de Jorge Difonso, a tal punto que en las últimas Legislativas y metidos de lleno en la interna peronista, la sociedad logró ganarla con Ferreira a la cabeza.
Antes de esto ya había pasado por la Dirección de la Juventud del municipio, siendo del puñado de dirigentes (peronistas) que fueron parte del elenco. En aquel momento toda la prensa Menduca creyó que el peronismo había ganado las PASO en San Carlos, ERROR, Abrahán y Difonso lo hicieron otra vez, lograron colocarlo en el concejo como único entrable de la general, para luego sentarse como oficialista usando al PJ como trampolín.
Ferreira ha desaparecido del mapa San Carlino sin dejar ningún rastro, cabe aclarar que el dirigente es dueño de hacer con su vida personal lo que a él le plazca y no será motivo de este análisis, ¿si se cansó de la política, si se cansó de una estructura que nunca lo dejo crecer políticamente, si decidió tomar un nuevo rumbo, si accedió a un mundo mejor fuera de ella y del país, si se cansó de las presiones? Si algo de esto hay, son decisiones personales que al fin y al cabo es dueño de tomarlas y en el momento en el que quiera hacerlo, de eso se trata la democracia.
Desde el punto de vista político o sea lo público, se debe saber qué es lo que está pasando. Se ha ausentado sin hacer uso de licencia como corresponde, corriendo el riesgo se ser sancionado después de cuatro faltas consecutivas si las hubiera, el problema para el oficialismo en San Carlos es que ha perdido la mayoría propia en el concejo y eso, le complica las cosas. Si Ferreira renuncia a su banca como se rumorea, quien le seguiría en el cargo es Verónica Diez, una militante con orientación Kirchnerista que debilitaría aún más los números en minoría que tiene el oficialismo hoy, solo dos concejales y una aliada. Se dice en los mentideros políticos, que
trabaja la maquinaria de las negociaciones para que Díez no acepte el cargo y de esa forma asuma quien la sigue en la lista, que es Noemi Panella, una dirigente Difonsista que actualmente es directora de Educación de la Municipalidad, pero esta opción sería difícil de llevar a cabo en tiempos no son los de antes en la capital de la tradición, como cuando renuncio el Concejal Marianetti (UCR) y quien lo seguía en la lista, era de las huestes de Difonso En aquel momento se negoció para que la misma no asumiera y así llego al concejo AgustinaTesta.
El problema es la institucionalidad del “Honorable Concejo”. Nadie sabe nada, ni el asesor legal sabe como
responder, ni los propios concejales como avanzar, el reglamento indicaría que puede faltar hasta 3 sesiones seguidas justificadas, a la segunda te descuentan los haberes y, en la cuarta injustificada, directamente corresponde la expulsión o destitución.
Curiosamente en las sesiones del cuerpo, el oficialismo ha justificado la ausencia de Ferreira de manera
desprolija, bajo la atenta mirada de la oposición, solo resta esperar que transcurran los días con una elección de por medio y, si el concejal regresa, o lo que dicen dejó por escrito en tres sobres diferentes se cumple.
Solo resta reflexionar en voz alta, estas cosas tan desprolijas, tan chabacanas, le hacen muy mal al sistema y ha llegado el momento que los propios concejales en ejercicio pongan las cosas en su lugar, en un concejo
desprestigiado ante la atenta mirada del pueblo San Carlino.
Siempre hay tiempo para prestigiar la política y a la democracia, se la mejora con más democracia, no con arreglos espurios en temporada de pases, sin importar un comino lo que diga la sociedad.
A propósito, los cuatro candidatos a intendente siguen firmes en su candidatura, tres de ellos con chances matemáticas de ganar, solo depende del electorado y no de los intentos por bajar o dejar en el camino a un contrincante a cambio de algo sospechoso. Las urnas son las que hablan y no los arreglos espurios en temporada de pases.
Héctor «Cacho» Castro
Foto ilustrativa