La combinación que genera la quita de subsidios informada por la Secretaría de Energía junto al pedido de recomposición que hicieron las empresas prestadoras del servicio durante la audiencia pública, relizada a principio de semana por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), implicaría aumentos en torno al 700% en las boletas que pagan los usuarios residenciales.

Esos incrementos se sentirán con mayor fuerza durante el invierno, cuando el consumo suele triplicarse aunque, de todos modos, los nuevos cuadros tarifarios deberán ser determinados por el Gobierno Nacional.

El precio final de las facturas del fluido está compuesto en un 36% por el costo de producción de gas en donde se otorgan las subvenciones, otro 13% por el costo de transporte desde su ingreso al sistema hasta la red de distribución, 26,2% por la distribución residencial y 24,7% son impuestos. Esa composición varía según la zona geográfica en la que se encuentre el usuario y el nivel de subsidios en base a los ingresos percibidos, en línea con el actual esquema de segmentación.

El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, informó durante la audiencia pública que habrá una “readecuación progresiva de subsidios” durante los próximos tres meses. En detalle, habrá una quita del 33% de la asistencia en los inicios de febrero, marzo y abril hasta que los usuarios paguen el costo total del gas.

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