Las versiones circulantes e impulsadas por algunos medios de Capital Federal, daba cuenta que por los problemas para importar insumos, las bodegas iban a interrumpir el embotellamiento y la distribución de vino.

Consultado el Presidente del INV, Marin Hinojosa contestó: «Cualquier bodeguero sabe que no va a ser así. Hay obstáculos y se irán resolviendo. Por otra parte, somos una industria centrada en la exportación, no en la importación. Correr el eje lo único que provoca es que se empiece a especular con precios y se generen escenas de pánico. No ayuda a nadie».

Estas declaraciones se dieron en el matco de la presentación del  Programa de Apoyo para Pequeños Productores Vitivinícolas de Argentina (Proviar II),

El mismo contará con un fondo de 50 millones de dólares: 40 aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y 10 por la Nación, y el objetivo del plan es llegar a 2.200 productores del país, tratando de colaborar con más de 200 bodegas a lo largo de 5 años y alcanzando en total a unos 18.000 beneficiarios.

Hinojosa se explayó diciendo : «Se puede observas que se trata de un programa que trasciende los periodos políticos. Un ejemplo de que se pueden concretar planes sostenidos en el tiempo».

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