La extraña situación ocurrió en Rosario dónde un hombre le pidió el divorcio a su mujer luego de enterarse que le había sido infiel. Todo comenzó cuando la mujer fue a un hotel alojamiento junto a su amante y pagó los gastos con una extensión de la tarjeta de crédito que le facilitó su padre.
Unos días después, cuando llegó el resumen, el titular del plástico les hizo una broma a ella y a su yerno pensando que habían ido juntos. Pero al enterarse que su pareja le había sido infiel, el hombre decidió terminar con su matrimonio.
La mujer decidió demandar al banco y al hotel, al acusarlos de revelar datos contra su intimidad y privacidad, además de hacerlos responsables de su divorcio, ocurrido en diciembre de 2008.
Además, les reclamó $70 mil pesos: 30 mil por daño moral, 20 mil más por daño psíquico y el resto por daño al proyecto de vida. Si bien no negó el consumo ni su presencia en el lugar, sí se mostró molesta porque se ventilara el detalle a través del resumen. Para avanzar con el juicio citó la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto de San José de Costa Rica.
No obstante, la Justicia de Rosario rechazó la pretensión y consideró que el comercio y la firma encargada de prestar servicio de financiamiento actuaron dentro de la ley. Además obliga a la mujer a pagar las costas por el trámite que se inició.
Fuente : Clarin