Si bién todo parecía indicar que la medidas referidas a la circulación de personas en nuestra provincia parecía normalizarse, desde fuentes cercanas al Gobernador Rodolfo Suárez se supo que se volvería al esquema de circulación según el número de terminación del DNI.
Sin lugar a dudas el problema se da en el Gran Mendoza, por la cantidad de personas en la calle y las dificultades para que se cumpla el autocontrol. Por eso es probable que las restricciones también avancen sobre las actividades que complican el rastreo epidemiológico y el control, en particular las reuniones con amigos.
Al parecer, varios intendentes habrían sugerido volver las salidas según la terminación del DNI, con lo que se habilitaría solamente a la mitad de la población por día, posición que es vista con buenos ojos por el Gobierno como la única forma para controlar la cantidad de personas autorizadas a circular, sin volver atrás de manera drástica.
A partir de la decisión del presidente Alberto Fernández, que puso a Mendoza en etapa de «distanciamiento social» en vez de una cuarentena dura, el Gobernador decidió sacar las limitaciones. La respuesta fue ambigua, hubo despreocupación, excesos y un notable crecimiento del número de infectados, por eso no suena descabellado dar un pequeño paso atrás.