La depreciación del peso argentino, prevista del 2% por el Gobierno para diciembre, sumada a un incremento de la cotización del barril de Brent (punto de referencia para la Argentina), explicarían el ajuste, según fuentes del sector privado.

Las compañías analizan de cuánto sería el ajuste, que rondaría el 3 por ciento, aunque mucho dependerá de lo que termine haciendo la estatal YPF, que tiene la mayor porción del mercado.

La venta de combustibles no logra hacer pie, en medio de una economía que pugna por salir de la recesión; el despacho de gasoil cayó 5,7% en octubre con relación al mismo mes de 2023; en naftas, la caída interanual fue del 4,5%.

Los incrementos se producirán en medio de subas esperadas también en otros regulados, como la energía.

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