Con un panorama político al cuál muchos analistas consideran el más polarizado desde el retorno de la democracia en 1990, los chilenos elegirán presidente en una segunda vuelta electoral dónde los grandes temas pasan por la preocupación por la inseguridad y la migración.

El ultraderechista José Antonio Kast y la dirigente de izquierda Jeannette Jara se enfrentan en un escenario dominado por la inseguridad; ya que la delincuencia desplazó a la economía, la salud y la educación como principal preocupación ciudadana.

Las encuestas previas al balotaje otorgaron a Kast una ventaja cercana al 60% de intención de voto. Segúnn las mismas, el candidato del Partido Republicano capitalizó el malestar social con un discurso de orden y mano dura frente al aumento de la violencia urbana. En este sentido vale la pena resaltar que uninforme difundido en noviembre indicó que el 63% de los chilenos considera a la violencia como su principal preocupación, mientras que el 40% señaló a la inmigración como un tema crítico.

En el mismo sentido, la candidata de la izquierda Jara, alineada con la continuidad del gobierno de Gabriel Boric, propuso un enfoque gradual. Planteó un registro oficial para más de 330 mil migrantes en situación irregular, junto con la construcción de cárceles, la modernización policial y equipos especializados para rastrear el financiamiento del crimen organizado. También y en la recta final de la campaña, endureció su discurso: avaló la expulsión de extranjeros que cometan delitos o no se registren y no descartó decretar un Estado de Emergencia si la situación lo requiere.

Por su parte, el candidato liberal Kast impulsa un modelo de mano dura, inspirado en la política de seguridad del presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Su propuesta incluye centros de detención y expulsión, refuerzo del control fronterizo con muros y zanjas, y mayores atribuciones para las fuerzas de seguridad.

En los aspectos económicos, Kast prometió reducir regulaciones, achicar el Estado y recortar u$s6.000 millones del gasto público para incentivar la inversión privada y el empleo.

Mientras tanto, Jeanette Jara defendió un esquema de crecimiento con protección social, fortalecimiento del trabajo formal y continuidad de políticas como un ingreso mínimo cercano a u$s815, el freno a subas en salud y educación y la reducción de tarifas eléctricas.

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