Las noticias de los últimos días referidas al aumento en las boletas de energía y servicios de agua potable, más una notable disminución de los niveles de facturación, hacen que dentro del marco de una recesión generalizada; el panorama de las PYMES siga siendo cada vez más complicado.
El informe presentado por la Fundación Observatorio Pyme da cuenta que las ventas de las pymes cayeron 9,5% interanual en el segundo trimestre y durante el período enero-junio acumularon una retracción del 8,5% en comparación al mismo período de 2023. La mala noticia es que, estando a punto de iniciar el último mes del tercer trimestre, las informaciones previas recogidas dan cuenta que la caída continúa.
Si bien se considera un dato positivo el hecho que la inflación continúa en desaceleración, el aumento de costos salariales y de materias primas sigue ubicándose entre los principales problemas del sector. Y a ello se le suma ahora la rebaja del impuesto PAIS al 7,5% y la posibilidad de que crezcan las importaciones y afecten más la ya dañada industria nacional ya que, si bien disminuye el costo de comprar insumos al exterior necesarios para la producción, la medida incentiva al mismo tiempo la importación de bienes terminados.