El proceso de evaluación del Distrito Minero Malargüe Occidental, un plan que incluye una superficie de más de 20 mil kilómetros cuadrados y cientos de propiedades mineras, está dando sus primeros pasos en forma más que acelerada.

Un claro indicio de ese apuro está dado porque, en un mismo informe de impacto ambiental, se busca aprobar 34 proyectos y que, en esa misma velocidad, pase una sola vez por la Legislatura.

Otro dato llamativo está dado porque, en más de 20 mil kilómetros cuadrados, hay 34 proyectos y sólo tres propietarios, con una alta concentración en un estudio contable cuyos dueños han sido parte de la empresa estatal que promueve el Plan, es decir Impulsa Mendoza. La empresa estatal es la que presentó el proyecto, la que financió los estudios y la garante general de los procesos. 

Los trabajos propuestos son de prospección y exploración. Los primeros tienen un bajo impacto porque incluyen relevamientos, toma de muestras superficiales y tareas realizadas con tecnología. En la segunda etapa de exploración podrían realizarse perforaciones para tomar muestras a distintas profundidades.  Minería catalogó al plan como de bajo impacto, por lo que no se evalúa como una Manifestación General de Impacto Ambiental, sino con la categoría de Informe. Igual, se convocó a audiencia pública, que será el 26 de agosto. 

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