La historia, sencilla pero muy molesta, es de un vecino cualquiera que luego de unos cuántos años de sufrirla por fin pudo armar su casa; esa tan necesaria tanto para poder dejar de pagar alquiler como para tener un ingreso adicional.
No se trata solamente de juntar los billetes necesarios para llevar adelante una obra con todo lo que ello implica, no, solamente se trata de lograr la conexión a la red de cloacas y agua corriente, nada más ni nada menos que ese trámite; que enunciado aparece como muy sencillo y, vivido en primera persona, casi resulta una historia de terror.
«Capítulo I» inicia cuándo, luego de haber pagado todo lo necesario, fue a solicitar la conexión…. el problema es que allí un empleado le dijo «NO…. VOS TENÉS DEUDA….» el azorado vecino dijo: «Si fuera deudor no me habrías entregado el kit necesario para la conexión…. que vos mismo me diste…(Lógica pura, si para recibir el kit debo estar al día…y vos me lo diste….) A partir de ese momento larguísima discusión…idas y vueltas y computadoras que no entregan la información necesaria…Malestares varios, más idas y vueltas… hasta que por fin…ALELUYA…EL VECINO TENÍA TODO PAGADO…mientras tanto. allí se fue buena parte de la mañana…
«Capítulo II» llegan los operarios de AYSAM para realizar las conexiones necesarias, pero…. «Hacen falta tres zanjas !!! Pero si son dos, una para agua y otra para cloacas….No…tienen que ser tres y además…LAS ZANJAS SON ANGOSTAS Y ALLÍ NO PODEMOS TRABAJAR…. «Bueno, llamo a la retro ($ 15 mil la hora, que paga el vecino) y la ensanchamos…NO TENEMOS TIEMPO…. «Le pido a los muchachos que están haciendo terminaciones en la obra que la ensanchen con la pala….NO TENEMOS TIEMPO, NOS VAMOS Y VOLVEMOS MAÑANA….
«Capítulo III y final» la conexión no se hizo, los vecinos del lugar por donde pasa la zanja no pudieron entrar sus autos, el dueño de la propiedad pasó la noche en vela rogando que ningún transeúnte un poco distraído se cayera en alguna de las zanjas y la burocracia festejó una nueva victoria….
«Conclusión» el servicio de AYSAM es pésimo (no es ninguna novedad), son los amos y señores absolutos del agua de Tunuyán, porque de ellos depende no solo el servicio sino también las conexiones y, si estás por pedir una conexión… tomate unos cuántos litros de té de tilo… cosa de ir bien tranquilo….
Aclaración necesaria; el funcionario Marcelo Calderón le puso ganas para resolver el problema… solo que con eso no alcanzó.