Este monolito conmemora al 8 de noviembre de 1858, hito donde los Jesuitas y la comunidad aborigen situada en la zona, acordaron la conformación del departamento; al ser un lugar que se encuentra a la intemperie, por naturaleza ha sufrido la corrosión del aire y el deterioro correlativo a los años de antigüedad.

Por esa razón se hacía necesario proceder a su reparación y darle la entidad que merece, por la importancia cultural que tiene para vecinos del departamento.

Sobre este tema hablan la Directora de Gestión Cultural, Mónica Benitez y la arquitecta Fiorella Sanchez

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